La muerte de una bebé de 18 meses en Viena, Italia, luego de que su mamá la dejara encerrada en su casa por seis días para irse de paseo con su nuevo novio, ha causado rechazo e indignación en el país.

Alessia Pifferi, como fue identificada, confesó a las autoridades que salió de viaje a Bérgamo junto a su pareja desde el pasado 14 de julio y que solo regresó el miércoles 20 de julio cuando encontró sin vida a su niña de 18 meses.

“Vi que no se movía, le di una palmadita en la espalda, le metí los pies en el lavabo para mojarla, pero no reaccionó. Le pedí ayuda a una vecina e inmediatamente llamó a los servicios de urgencias”, narró.

Narró a la Policía que antes de irse le aplicó unas gotas para tranquilizar a su hija y que además le dejó un biberón en la cuna.

“Murió de hambre y sed”, el fiscal Francesco De Tomassi para referirse al aberrante caso.

Pero además, la mujer le mintió a su nueva pareja a la que le dijo que una de sus hermanas tendría a la niña mientras se iban de viaje.

Pifferi confesó a la Policía que varias veces la dejó abandonada, pero por periodos más cortos (primero por horas y luego por días),  y les dijo que era consciente de que con su decisión de dejarla encerrada por tanto tiempo, las cosas podrían terminar mal.

Durante la revisión al inmueble, las autoridades se percataron que la nevera estaba vacía: sin alimentos ni bebidas.

Los investigadores describieron a Alessia, madre soltera, como una mujer sin escrúpulos luego que señaló ante el juez que quería sentirse libre, sin la responsabilidad de tener ese peso sobre sus hombros.

La mujer, que llevaba desempleada desde hace tres años y que contactaba citas amorosas a través de varias aplicaciones, fue enviada a prisión señalada de homicidio voluntario.

Los vecinos del apartamento que ocupaba en Viena colgaron globos blancos en el edificio para recordar a la niña víctima de abandono y maltrato.